
Clasificación de las teorías sobre ética y valores
Resumen elaborado por: Lourdes Denis Santana
Valencia - Venezuela, Julio 2003
A. Según las etapas históricas
1. FILOSOFÍA ANTIGUA
Teoría nicomaquea: (Aristóteles) Teoría del bien, la felicidad y la virtud. Ubica a la ética entre las ciencias de la actividad humana, individual, doméstica y civil. Como conocimiento práctico, la ética o filosofía moral es la indagación de la actividad humana que es social y cívica y puede llamarse política. Está asociada al logro de fines valiosos y se preocupa por averiguar cuál es la meta de nuestro comportamiento para alcanzar una explicación teleológica de la vida y un medio racional de prescribir las conductas más adecuadas y provechosas para el individuo.
Eudemonismo: (Aristóteles, Sócrates, Helvecio; Diderot) La felicidad es el ideal supremo. La felicidad (del griego eudaimonía) es el bien último y cardinal; es la que da sentido a las acciones humanas. La felicidad sólo es posible mediante la virtud cabal y perfecta. La felicidad consistía en la posesión de la sabiduría.
Hedonismo: (Aristipo de Cirene) El placer es considerado como el bien mayor. Ningún tipo de placer es superior a otro. Propone la consecución del placer como fin supremo al identificarlo con el bien. Hace énfasis en disfrutar el placer como meta de la buena vida. Cada quien hace lo que desea hacer o le produce placer. La ética de un acto se decide sobre la base de si dicho acto aumenta el placer de la persona.
Cinismo: (Antístenes) La virtud del autocontrol como bien supremo reside en el desprecio de las riquezas y del placer. Se caracteriza por el franco desprecio de las normas de moral, las costumbres y la cultura. Se hace caso omiso de las normas de la moral y de la decencia, se vulgariza y trivializa lo íntimo.
Estoicismo: (Zenón de Citio, Cicerón) El bien soberano consiste en obedecer a la razón y en ser indiferente al placer o al dolor. La felicidad radica en el perfecto equilibrio del espíritu, que permite el aceptar, con la misma serenidad de ánimo, la suerte o la adversidad, la riqueza o la pobreza, el placer o el dolor. De allí que el significado de la palabra estoico suele emplearse como sinónimo de indiferencia o entereza para afrontar la desgracia, fortaleza frente a la dificultad.
Epicureismo: (Epicuro) Identifica la felicidad más elevada con el placer y el equilibrio del alma y el cuerpo.
Objetivismo: (Platón; Aristóteles) El valor tiene existencia real y objetiva, independientemente del sujeto. La ética adquiere carácter regulador y está por encima de las acciones del individuo. Asigna y reconoce a los objetos del mundo exterior y a los valores una entidad y una estructura independiente del sujeto que los conoce.
Escepticismo: (Pirrón, Hume) El término griego skepsis significa examinar. Se basa en la duda acerca de todo; afirma que no deben juzgarse las cosas, sino limitarse a examinarlas. El hombre no puede conocer la verdad o las razones últimas de la realidad, por lo que ninguna opinión es más probable que otra. Pone en duda la evidencia sensible, la existencia del mundo externo y la identidad del YO. La moral escéptica defiende la imposibilidad de alcanzar la certeza, por lo que la única actitud admisible es la abstención del juicio (epojé), única manera de conseguir la tranquilidad de ánimo y la felicidad. Sus premisas son: "todo vale" o "todo tiene el mismo valor". Ser escéptico es como decir que todo vale igual. El escepticismo representa la negación de la ética.
Relativismo: (Protágoras, Gorgias y Heráclito) Cada persona o grupo tiene normas morales propias. Distintas "morales" pueden coexistir entre sí. No existen valores absolutos ni universales que nos permitan juzgar lo que está bien o mal. Ningún sistema o principio ético es mejor que otro. "Todo es relativo". Para defender esta posición, el relativista propone dos argumentos: (1) Puesto que las personas y las culturas no se ponen de acuerdo acerca de la ética, no hay valores morales objetivos (2) Todas las opiniones son relativas, ya que no se basan en valores morales inmutables u objetivos. Permite la tolerancia de prácticas que pueden ser consideradas diferentes o raras.
2. FILOSOFÍA MEDIEVAL
Escolástica o ética cristiana: (Aristóteles; Canterbury; Tomás de Aquino; San Agustín) Se vincula con la fe católica. Es la "filosofía escolar" medieval, cuyos representantes (escolastas) procuran fundamentar teóricamente la concepción religiosa del mundo. Plantea la armonía entre la razón y la fe. La bondad es un atributo de Dios; el pecado es redimido por la gracia de Dios. Las virtudes más importantes son la humildad, la continencia, la benevolencia y la obediencia. Se basa en las ideas de la filosofía clásica (Platón, Arisóteles). Se ocupó de la discusión en torno a los universales. Históricamente, esta filosofía se divide en varios períodos: (a) etapa temprana (siglos IX-XIII): influencia del neoplatonismo; (b) época de la escolástica "clásica" (siglos XIV-XV): dominó el "aristotelismo cristiano"; (c) período de la escolástica tardía (siglos XV-XVI): controversias entre teólogos católicos y protestantes que reflejan la lucha de la Iglesia Católica contra la Reforma. El período de la neoescolástica (siglo XIX) agrupa las diferentes escuelas de la filosofía católica (Tomismo, escuela platónico-agustiniana, escuela franciscana y otras).
3. FILOSOFÍA MODERNA
Ética de la Reforma: (Lutero) La teología protestante fundamenta la ética sobre la voluntad del sujeto. La responsabilidad individual es más importante que la obediencia a la autoridad o a la tradición. Lo esencial es la bondad de espíritu. La bondad se asocia a la riqueza y la pobreza al mal.
Humanismo: (Rótterdam, Tomás Moro, Vives, Dewey) El hombre es el centro y responsable de su destino y de todas las cosas. Afirma la centralidad, el valor, la dignidad del ser humano. Propone una concepción de naturaleza o esencia humana, de la que deriva una serie de consecuencias en el campo práctico, preocupándose por indicar lo que los seres humanos deben hacer para así manifestar acabadamente su "humanidad".
Pluralismo moral: Se basa en la tolerancia y la libertad del ser humano. Consiste en el "politeísmo de los valores".
Empirismo: (Locke, Bacon, Hobbes, Hume, Berkeley). Toma la experiencia como única base de los conocimientos humanos. Se basa en la práctica y la experiencia. Afirma que todo conocimiento se basa en la experiencia. Niega la posibilidad de ideas espontáneas o del pensamiento a priori. Hoy, el término empirismo es aplicado a todo sistema filosófico que extrae sus elementos de reflexión de la experiencia. William James llamó a su filosofía empirismo radical y John Dewey acuñó el término empirismo inmediato para definir y describir su noción de la experiencia.
Racionalismo: (Descartes, Spinoza, Leibniz, Wolf) El racionalismo se opone al empirismo. Afirma que la mente es capaz de reconocer la realidad mediante su capacidad para razonar, una facultad que existe independiente de la experiencia. Ética basada en el "imperativo categórico" de la razón. Sostiene que la realidad es racional y, por tanto, comprensible a través de la razón. Funda las creencias religiosas sobre la razón. Tendencia a colocar la razón por encima de los sentimientos y las emociones.
Panteísmo o Monismo: (Spinoza) Dios y Naturaleza son una sola unidad; el mal y el dolor son relatividades; no existe el libre albedrío para los hombres. El universo es idéntico a Dios, que es la 'sustancia' incausada de todas las cosas. El concepto de sustancia, no es el de una realidad material, sino más bien el de una entidad metafísica, una base amplia y autosuficiente de toda realidad. Hay atributos infinitos de la sustancia, pero tan sólo dos son accesibles a la mente humana, la extensión o el mundo de las cosas materiales, y la racionalidad. El pensamiento y la extensión existen en una última realidad que es Dios, de quien dependen. La causalidad puede hallarse entre los objetos individuales (cuerpos físicos) en el atributo extensión, o entre ideas individuales en el atributo pensamiento, pero no entre objetos e ideas. Plantea el concepto de paralelismo, según la cual cada idea tiene un complemento físico y, del mismo modo, cada objeto físico tiene su correspondiente idea.
Pietismo: Ética religiosa básicamente piadosa e individual. Impulsa la fe religiosa y la devoción individual por la figura de Jesucristo. Da importancia a la "luz interior" de la conciencia.
Valores absolutos: Fundamenta la ética mediante absolutos. Los valores y las ideas subsisten en una forma purísima y con carácter absoluto en un mundo inmaterial e ideal. Los valores no pueden desobedecerse. Se desconfía de la ética racional y pluralista, elaborada a partir de la tradición de cada comunidad.
Naturalismo: Se basa en la propensión para la moral y la propensión para el habla en el ser humano En la historia natural los adelantos culturales han ido aparejados de una generalización creciente de los valores morales. Esto supone la colección de actitudes éticas -la llamada "vida civilizada"- que acompañan a tales adelantos.
Enfoque biológico: Biológicamente no hay valores en sí. Mediante un proceso cognoscitivo-emocional-valorativo, la sabiduría fisiológica guía para hacer selecciones adecuadas. De modo innato se distingue entre lo útil- agradable y lo inútil-desagradable. Las necesidades básicas son comunes a toda la humanidad y, por tanto, valores compartidos. Las necesidades idiosincráticas generan valores idiosincráticos gracias a la valoración.
Dualismo: Supone la existencia de dos principios, entidades, substancias o realidades irreductibles entre sí, no subordinables, que permiten explicar el Universo. El pensamiento dualista ha sido aplicado a diversos campos y teorías filosóficas: dualismo aristotélico (forma y materia); dualismo kantiano (necesidad y libertad), dualismo psicológico (alma y cuerpo), dualismo moral (bien y mal), dualismo gnoseológico (sujeto y objeto).
Pensamiento moral: La naturaleza humana es esencialmente buena. El juicio o valoración moral (aprobación o censura de un acto) es natural y primitivo, pero la sociedad corrompe esta bondad. Proclama la idea de Dios en la naturaleza. Evidencia sentimiento hacia la naturaleza y gusto por la soledad. El bien es obra de la naturaleza, en tanto el mal es obra del hombre.
Razonamiento moral: Se refiere a cuestiones de hecho y de existencia. Valora la experiencia y el conocimiento humano. Se basa en la relación causa-efecto, pues sólo mediante esta relación podremos ir más allá de la evidencia de nuestras memorias y sentidos. No deduce conclusiones morales de los hechos. En cambio, prueba nuestra consistencia. Propone principios morales, explora sus implicaciones lógicas y rechaza o acepta esos principios dependiendo de si se aceptan sus implicaciones. Aceptar un juicio moral es desear que una clase de acto sea realizado en todas las circunstancias similares. Si se admite que alguien debe hacer algo que no estaríamos dispuestos a hacer, entonces somos inconsistentes.
Formalismo ético: (Kant) Independiza la moral de la teología. Propulsa una ética formal autónoma. Propone una ética racional, fundada en el deber y en imperativos "categóricos" de carácter formal y, por consiguiente, trascendental. Plantea la capacidad de actuar por leyes. Se basa en imperativos (actos que debemos ejecutar). Los imperativos hipotéticos: "yo debo hacer esto si quiero llegar a tal fin". Se cumple un deber porque se va a lograr algo a cambio. Es obediencia interesada. Carece de valor moral. Los imperativos categóricos: "esto que hago puede ser una ley universal". Conduce a reflexionar acerca de cuál es nuestro deber. Sólo estos actos tienen valor moral. La conciencia moral es el resultado de una fuerza superior que no depende de nuestra conveniencia individual utilitarista; es un imperativo categórico que impulsa a practicar comportamientos dignos de ser imitados y establecidos como reglas generales de conducta. Origina el deontologismo: ciencia o tratado de los deberes y normas éticas. Basado en el respeto a la persona humana. Hay que actuar de acuerdo con el deber, por el deber mismo. Las consecuencias del acto no tienen ninguna influencia en su calificación moral. Kant planteó la distinción entre lo subjetivo y lo objetivo en la esfera del valor, en concreto del valor moral, con su diferenciación entre "máxima práctica" y "ley práctica". "Los principios prácticos son subjetivos, es decir, máximas, cuando la condición es considerada por el sujeto como únicamente válida para su voluntad; pero son objetivos, es decir, leyes prácticas, cuando la condición es reconocida como objetiva, o sea, como válida para la voluntad de todo ser racional".
Trascendentalismo: (Kant) Fundamenta la ética en la razón. Dios es la razón del Universo. Las prescripciones éticas están llamadas a resolver situaciones de este mundo que no entendemos ni nos satisface. El imperativo categórico de la moralidad está inscrito en la razón humana y es el criterio ético universal.
4. FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA
Sentimientos de valor: (Scheler) Plantea una ética material de los valores. Relaciona valor y sentimiento. La captación de los valores es de naturaleza emocional. El valor no es percibido por el intelecto, sino estimado por la intuición emotiva. Distingue sentimientos de valor (intencionales) y estados afectivos (no intencionales) del propio sujeto. Las cosas no son valiosas porque son buenas, sino que son buenas porque son valiosas. Las fuentes de toda actividad ética deben ser la alegría y el amor, en vez del vacío heroísmo del deber (Kant) o del trabajo (Marx). El amor es la base de la ética. Propone una ética que sin ser formal fuera apriórica. Define los valores como cualidades sui géneris de que están revestidas las cosas. El ámbito de los valores es plenamente objetivo, regido por leyes. Señala cuatro clases de valores (hedónicos, vitales, espirituales y santos) a los que corresponden estados afectivos (placer-dolor; alegría-pena; felicidad-infelicidad; bienaventuranza-desesperación) los cuales guardan entre sí relaciones jerárquicas. Se basa en la objetividad, la independencia y la jerarquía de los valores.
Idealismo: Considera la idea como principio del ser y el conocer. Lo fundamental son los ideales, imaginados o realizables. El ser de las cosas se determina por la conciencia del individuo, el sujeto, el "yo universal", el espíritu. La ética idealista realza la libertad y la voluntad del ser humano para alcanzar un fin.
Realismo: Las cosas existen independientemente de la conciencia o del sujeto. Su postura ética se basa en lo que ocurre en la realidad, el mundo exterior, el entorno.
Espiritualismo: Admite la existencia del espíritu como realidad substancial, como primera base del mundo. Defiende la esencia espiritual y la inmortalidad del alma. La ética espiritualista enfatiza la virtud del alma como vía para fortificar el cuerpo. Considera que el alma existe independientemente del cuerpo. Propone que se sustituya la ciencia por la fe ciega en los espíritus y en la providencia divina.
Positivismo moral o ético: Alternativa filosófica que se manifiesta escéptica ante cualquier tesis que defienda la naturaleza trascendental de la moralidad. La moralidad de un individuo o la de un pueblo es tan sólo un hecho (normativo) cuyas causas habrá que buscarlas en el terreno empírico de la Antropología funcionalista, de la Sociología o de la Psicología. Toma la forma de un relativismo moral. La moral cambia según las condiciones empíricas que la determinan. Se presenta como una crítica de las demás fundamentaciones filosóficas de la moral; pero no ofrece ningún fundamento específico de la moral. Equivalente en la práctica a un amoralismo transcendental. El término positivo hace referencia a lo real, lo fenoménico dado al sujeto. Lo real se opone a todo tipo de esencialismo. Desecha la búsqueda de propiedades ocultas. Lo positivo tiene como características el ser útil, cierto, preciso, constructivo y relativo (no relativista) en el sentido de no aceptar ningún absoluto.
Materialismo moral o ético: Toda realidad es de carácter material. Separa la realidad pensante (idealismo) y la realidad no pensante (materialismo). La ética materialista exalta y ambiciona lo material, independientemente de la espiritualidad del individuo. La conducta, la voluntad o el juicio es ético o moral cuando se ajusta a determinados contenidos materiales, que desempeñan la función de normas de la bondad o de la maldad ética o moral. Se distingue el materialismo teórico y el práctico, el materialismo como doctrina y como método.
Objetivismo axiológico: (Scheler y Hartmann) Los valores tienen una entidad en sí mismos considerados, a la que el sujeto reconoce, de forma que es posible la formulación de juicios de valor que, por su naturaleza, sean universales y necesarios, es decir, válidos para todos los sujetos. La objetividad u objetivismo de la moral es clara, aunque hay que tener en cuenta las diversas clases de ley; no es el mismo una ley natural o divina, permanente, que una ley humana, más relativa; y, por tanto, tampoco la conciencia aprecia su valor de la misma forma. La ética es el estudio de los afectos, actos psíquicos (intencionales) de preferencia o no-preferencia que son el fundamento de los valores. El valor es el objeto intencional del acto de preferencia. Esta preferencia "objetiva" da lugar a leyes axiológicas que generaron la teoría general de los valores.
Subjetivismo axiológico: (Spinoza; Hobbes; Hume) La valoración depende de cada ser humano. No existe una ética reguladora de las acciones del individuo; cada ser crea subjetivamente sus propias normas y se autorregula.
Intersubjetivismo: (Frondizi) Los valores surgen de la tensión entre el sujeto y el objeto que se produce del doble carácter: objetivo y subjetivo.
Comunismo: La moral comunista defiende los principios de: fidelidad a la causa, amor a la patria, trabajo consciente en bien de la sociedad; preocupación de cada individuo por conservar y multiplicar el bien común; elevada conciencia del deber social, intolerancia con cuanto represente perjuicio para los intereses sociales; colectivismo y mutua ayuda de camaradería; relaciones humanas y respeto recíproco entre las personas; honradez y sinceridad, pureza moral, sencillez y modestia en la vida social y privada; respeto mutuo en la familia, interés por la educación de los hijos; intransigencia ante la injusticia, el parasitismo, la falta de honradez, el arribismo y el afán de acumular; amistad y fraternidad entre todos los pueblos hermanos, intransigencia hacia todo acto hostil de carácter nacionalista y racista; intransigencia hacia los enemigos de la paz y la libertad de los pueblos; fraterna solidaridad con los trabajadores de todos los países, con todos los pueblos.
Consecuencialismo: El estatus moral de una acción viene determinado por sus consecuencias. Una acción es buena si produce efectos buenos, y mala si tiene consecuencias perjudiciales, desde el punto de vista del bienestar general de las personas. Distingue dos tipos de doctrinas: (a) Consecuencialismo de reglas: actos buenos son los que autoriza una regla justificada por sus consecuencias. (b) Consecuencialismo de acciones: actos buenos son los justificados por sus consecuencias.
Utilitarismo o Eudemonismo social: Sistema ético basado en premisas hedonistas. Un acto es bueno cuando es útil. Un acto es útil cuando proporciona bienestar al mayor número posible de individuos. Ningún acto es considerado bueno en sí mismo, sino por el bienestar, la felicidad o el placer que produce. Los motores de la conducta humana son el placer y el dolor. Las acciones son buenas o malas según fomenten o dificulten la felicidad. El fin último del orden social sería la utilidad de todos o el mayor bien del mayor número. Maximiza la utilidad lograda por el conjunto de la sociedad. La utilidad de un acto puede ser determinada por su Intensidad: cuanto mayor sea el bienestar que produzca un acto, más útil será y mayor será su bondad; Duración: cuanto mayor sea el tiempo que brinde ese bienestar, mejor será el acto; Extensión: cuanto mayor sea el número de personas beneficiadas por el acto realizado, más útil será. (a) Utilitarismo de acciones: en cada situación, hacer lo que consideremos que tenga las mejores consecuencias. (b) Utilitarismo de reglas: la sociedad debe adoptar reglas de acción, que producirán a la larga los mejores resultados para todos.
Egoísmo: La conducta es buena si conduce a mi mayor felicidad. Equivale a la negación misma de la ética. Debemos hacer lo que más nos conviene y nos haga felices, sin considerar cómo afectan nuestras acciones a las demás personas.
Pragmatismo: (Dewey) Establece como criterio de verdad la utilidad en orden a la acción (pragma). Cosas o proposiciones son verdaderas en la medida en que sirven o muestran su eficacia práctica. El único criterio válido para juzgar la verdad de toda doctrina científica, moral o religiosa, se ha de basar en sus efectos prácticos. Lo verdadero es lo que tiene consecuencias fructíferas. El mundo que conocemos es independiente de nosotros y su aprehensión depende de cómo nos afecta. La ética consiste en la acción inteligente con vistas a un determinado fin. La acción inteligente presupone el desarrollo de hábitos, que deberán ser "hábitos con pensamiento". Prescinde de toda norma que no sea generada por los hábitos. El único fin de la acción -y principio supremo rector de la ética- es el constante crecimiento del sujeto en su relación con el medio. El sentido del crecimiento humano es la reconstrucción continua de la experiencia mediante el ejercicio del método experimental.
Creencias y costumbres: (Hume) Fundamenta la ética en las creencias, usos y costumbres. El único criterio que explica la moral es el sentimiento de simpatía entre los seres humanos que les hace por naturaleza benevolentes. La única explicación de los juicios éticos es la costumbre, no hay fundamentos empíricos o racionales. El conocimiento humano se compone de impresiones sensibles y de ideas, que se forman a partir de los datos de los sentidos. No podemos ir más allá de lo que nos aportan los sentidos. La existencia y verdad de las ideas resultan injustificables para nosotros.
Emotivismo moral: (Stevenson, Ayer) Propone que los juicios morales resultan de cálculos utilitarios y empíricos. Niega la posibilidad de fundamentar racionalmente los juicios de valor; niegan la razón moral. De las proposiciones o verdades de hecho no pueden deducirse los mandatos o recomendaciones morales. Los valores y las normas morales se basan únicamente en el sentimiento y no en la razón. La tendencia no emotivista tiene interés en averiguar de qué modo podemos hablar lógicamente de la ética, mas no profundiza acerca de lo que es la práctica ética. Los analistas lingüísticos que suscriben la teoría emotiva abordan la ética desde el análisis del lenguaje. Sostienen que el lenguaje moral es un ejemplo de lenguaje preformativo, una clase de puntualización verbal. El propósito de la proposición moral es expresar una respuesta emocional ante alguna acción o conducta y/o intentar causar una reacción similar en otros.
Prescriptivismo: (Hare) Afirma que el foco del lenguaje moral es justo una forma imperativa. Así, las aseveraciones morales son reducibles a expresiones como: "¡No hagas eso!".
Enfoques psicológicos: Conciben los valores como un fenómeno subjetivo. Identifican los valores con fuerzas motivacionales, con intereses, necesidades, preferencias, conductas.
Teoría cognitiva: (Rokeach; Kohlberg) Sitúa el concepto de valor en el nivel de representaciones simbólicas, en el terreno de los procesos de elaboración de conocimiento. Los valores aparecen como estructuras representativas cognitivas que permiten al sujeto no sólo ordenar, interpretar los fenómenos de la realidad física y social, sino que a la vez guían su comportamiento. Los valores tienen relación con otras estructuras de conocimiento: categorización, creencias, actitudes, valores. Plantea el modelo teórico de la "pirámide cognitiva" en cuya base aparecen los procesos básicos de interpretación (categorización) y en su cima los procesos más abstractos y complejos (los valores). En esta pirámide, los valores controlan y fundamentan la estructura abstracta de los procesos inferiores. Los valores se entienden como una estructura compleja de conocimiento, pero ante todo son un sistema de interpretación y de atribución de significado a los hechos, tanto físicos como sociales. Los valores sirven para que el sujeto se conozca a sí mismo y a los demás. Los valores son un tipo de creencias que llevan al sujeto a actuar de una manera determinada. Los valores se organizan formando sistemas (tanto instrumentales como finales) a nivel individual y grupal de otras estructuras cognitivas y de personalidad del individuo. Todas las personas, indiferentemente de la cultura a la que pertenecen, poseen los mismos valores; la diferencia estriba en el grado de importancia que una cultura asigne a algunos de ellos.
Moral funcionalista: (Durkheim; Parsons) Concepción que se preocupa por transmitir seguridad acerca de la actuación ética del ser humano. Da una visión "consensualista" del orden social y de la escuela. El orden social se mantiene mediante la conformación de la conciencia de los sujetos a las normas y valores interiorizados. Esta conciencia se forma fundamentalmente en la infancia. El sistema educativo tiene el papel o función de mantener el orden social a través del moldeamiento de la conciencia durante la infancia. Las instituciones son instrumentos, se explican por la función que realizan para el mantenimiento de la totalidad social. La pregunta que mueve el análisis funcionalista -¿cuál es la función?- viene acompañada de una respuesta -"el control social"-.
Contractualismo: (Hobbes, Locke, Rawls) El origen de las obligaciones morales son las reglas de convivencia. Es bueno lo que respete esas reglas (muchas veces implícitas), y malo lo que las contradiga. La única forma de construir una moral estable es enraizarla en el interés de los individuos. Si éstos se convencen de que les interesa seguir reglas de juego que beneficien a todos entonces tendrán una buena motivación. El Estado es el guardián del cumplimiento del pacto o contrato, es garante de que se cumplan no sólo las normas legales, sino también las morales.
Neopositivismo: La elección moral última no es empíricamente verificable.
Existencialismo: (Nietzsche; Jaspers; Marcel; Heidegger; Sartre) Se identifica con la "muerte de Dios" (que los sociólogos prefieren describir como "proceso de secularización").. Se basa en la autonomía moral del individuo. Hay dos especies de existencialistas: los cristianos (Jaspers y Marcel) y los existencialistas ateos (Heidegger y Sartre). Ambos consideran que la existencia precede a la esencia, o, si se prefiere, que hay que partir de la subjetividad. Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así, pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla.
Concepción bioética: Reflexiona acerca de la urgencia de un diálogo interdisciplinar entre los científicos, moralistas y juristas sobre el tema de la vida (humana y no humana). Discute la necesidad de poner 'límites' a la investigación y aplicación tecno-científica superando la ciega fe en el progreso. Se preocupa por el fundamento moral último entre lo lícito y lo ilícito. La 'meta-bioética' trata de explicar el fundamento ético de los valores y de los principios que orientan la conducta del hombre en el momento en que interviene sobre la vida. El interrogante central del debate no está en si es necesaria la ética para la ciencia y la tecnología, sino en cuál ética es necesaria para la bioética. Se trata de fundamentar o justificar la perspectiva moral que delimita el bien y el mal en el ámbito de la ciencia y que prescribe el deber del obrar en el campo biomédico. Se distinguen dos orientaciones divergentes: (a) La orientación 'laica'. Se refiere a la imposición del discurso moral "como si Dios no existiese o en ausencia de Dios". Se trata de justificar los principios y los valores morales sobre la base racional empírica rehusando la apertura a la trascendencia. La racionalidad 'laica' es una racionalidad fáctica y 'calculadora' (Heidegger), cerrada a la metafísica. El valor y el respeto de la vida es reconocido sólo a condición de que se favorezca la evolución de la especie (sociobiologismo), o bien si se manifiesta empíricamente la capacidad de sentir placer y dolor (utilitarismo), o la capacidad racional volitiva de tomar una decisión (no-cognitivismo), o de estipular un contrato para acceder a la comunidad moral (contractualismo). La vida humana no es respetada de un modo integral. (b) La orientación 'personalista'. Es una perspectiva filosófica que justifica el respeto y la tutela de la vida humana de modo integral. Propone en bioética el deber del respeto de la vida humana en todas sus manifestaciones desde el momento de la concepción (la fecundación) hasta el último instante (la muerte cerebral total). El personalismo ontológico (Santo Tomás, J. Maritain) pone como fundamento de la bioética el concepto de 'persona' al cual se atribuye un valor axiológico y jurídico. La 'persona' es un 'sujeto moral' y 'sujeto de derechos/deberes'. El individuo es respetado (moralmente) y tutelado (jurídicamente). La persona se convierte en el filtro para la determinación de la licitud o de la ilicitud de la intervención sobre la vida (es lícito todo lo que no daña a la persona; es ilícito todo lo que suprime o daña a la persona). La persona es sustancia individual de naturaleza racional. Son tres los elementos constitutivos de la persona: la sustancialidad (subsistencia), la individualidad (distinción de todo ser existente) y la racionalidad (capacidad de raciocinio). Se es persona sólo por el hecho de ser un 'ser humano'.
Metaética: Examen crítico de los conceptos, juicios y procesos de razonamiento utilizados en la ética. Es apreciada como un sistema de investigación filosófica de las relaciones del lenguaje y la lógica dentro del sistema normativo ético. Reflexiona sobre los llamados problemas fronterizos, es decir, aquellos que se sitúan más allá de la reflexión normativa y establecen la frontera última de la reflexión ética, como también la frontera que separa la reflexión puramente filosófica de la reflexión teológica en el campo moral. Metaética no es equivalente a ética analítica. Esta última se refiere al modo de proceder dentro de la reflexión ética, a nivel normativo y meta-normativo, a nivel filosófico y teológico. La metaética aborda el análisis del lenguaje utilizado en moral y la semántica de los términos con los que expresamos nuestro pensamiento moral. Al resolver los problemas de lenguaje no se pretende presentar normativamente el juicio moral, sino afinar la comprensión y el uso del lenguaje moral en la formulación y representación de los juicios y de las reflexiones morales. Se reconocen dos grupos: (a) Moral cognitivista: Argumenta que el lenguaje moral es semánticamente rico y significativo, aunque no hay acuerdo en el significado moral que expresan. El juicio moral es muy distinto del empírico, no por eso niega su cognoscibilidad. Los juicios morales son juicios a priori que no se pueden verificar empíricamente, lo cual no equivale a no conocerlos. (b) Moral neo-cognitivista: Sostiene que el lenguaje moral es esencialmente significativo. Las designaciones morales no expresan contenido cognitivo en absoluto, tampoco se refieren a propiedades naturales o no naturales. Sostiene que los juicios morales fundamentales no pueden considerarse resultado de un proceso cognoscitivo, porque no podemos verificar la consistencia de tal conocimiento. Se ubican en dos campos: Emotivismo o Prescriptivismo.
Imaginación ética: (Spinoza; Camps; Johnson) Teoría moral centrada en la imaginación. Una imagen moral es una descripción de cómo se relacionan nuestros ideales y nuestras virtudes, y qué tienen que ver con la posición en la que nos encontramos. Por ejemplo, la imagen moral de la familia influye no sólo en lo que pensamos acerca de la familia, sino en la vida social en general. Algunos aprecian el razonamiento moral como una actividad eminentemente imaginativa y no racional. Otros consideran que existe algo en nuestra estructura moral y cognitiva que hace viable y fecunda la imagen de las reglas, y antes de pretender sustituirla por otra que se base sólo en la imaginación debemos sopesar las consecuencias.
Acciética: Ética de la responsabilidad y la toma de decisiones. Supone criterios de racionalidad para tomar decisiones en el ámbito de competencia en la que se haya inserta la empresa. En el mundo empresarial la aplicación de una estrategia, la omisión de información relevante, puede ser beneficiosa económicamente. Un negocio bueno en el sentido moral puede significar un mal negocio en el sentido económico, ya que en el ámbito moral se busca un acuerdo beneficioso para ambas partes, y en el ámbito económico se busca ganancia comercial.
B. Según la naturaleza del comportamiento moral
1. Teorías normativas: Tratan de establecer un criterio definitivo para la acción, prescribiendo un comportamiento moral determinado. Justifican el valor de determinado estado de cosas. Se distinguen por el valor que proponen como fin o ideal de la acción moral, que puede ser el bien, lo obligatorio, lo bello, el placer, la felicidad. El ser humano tiende a sustituir progresivamente lo que le gusta por lo que es aceptado como bueno en la sociedad. Entre las teorías normativas figuran: (a) Teorías monistas. Lo máximamente valioso en un único objeto. El hedonismo (el placer) y el eudemonismo (la felicidad). (b) Teorías pluralistas. Sostienen que el bien posee diversos contenidos absolutamente distintos, tales como el placer, el conocimiento, la experiencia estética, el amor, la belleza, la verdad, la armonía, la amistad, la justicia, la libertad, la independencia, los cuales son valiosos en sí mismos.
2. Teorías meta-normativas: Se encargan de cuestiones que no tienen que ver directamente con la acción moral o con el juicio de valor, sino con la naturaleza misma del valor (y el acto de valoración) y con la validez o justificación de las afirmaciones valorativas. Fundamentan y a la vez someten a crítica a las teorías éticas normativas.
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ResponderEliminarGracias por divulgar esta información que resumí tiempo atrás. Altamente agradecida por la referencia. Espero que sea de utilidad a los estudiosos del tema sobre la ética y los valores. Un fraternal saludo al autor de este espacio!
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